“En alguna
búsqueda de quién sabe qué, o tal vez sin buscar, ahí caí...
No sabía bien qué estaba haciendo en ese lugar pero no importaba, aquellos cuerpos danzaban y no sólo eso, también dialogaban. eso parecía una invitación.
Lejos de preguntarme por qué, fui entrando despacito... encontrándome en cada espacio con una nueva propuesta: dejarme caer?, levantarme?, rodar?, probar la quietud?, dejarme llevar por alguien?, ceder mi peso o sostener otro?.
Nada de eso importaba. El desafío real era escuchar y recibir escucha. Dejar partir de a poco el sentido de la orientación... ya que hay quienes dicen, es preciso desorientarse para poder así entregarse a la danza, al ritmo, abrir la escucha, y dejarse llevar.
Así me fui dejando enredar por esa madeja de magia, que sólo prometía camino de ida.
En cada vaivén encontraba una apuesta: que mi mente no despierte.
En cada caída, una búsqueda: un cuerpo, un suelo. En cada erguir, un hallazgo: ningún equilibrio será definitivo.
Y en cada desequilibrio: un nuevo vaivén, invitándome así a una danza sin fin.
Cuándo ceder mi peso? y confiar…Cuándo sostener? y que otro peso en mí descanse, o por el contrario se impulse para seguir su propio camino...
No sabía bien qué estaba haciendo en ese lugar pero no importaba, aquellos cuerpos danzaban y no sólo eso, también dialogaban. eso parecía una invitación.
Lejos de preguntarme por qué, fui entrando despacito... encontrándome en cada espacio con una nueva propuesta: dejarme caer?, levantarme?, rodar?, probar la quietud?, dejarme llevar por alguien?, ceder mi peso o sostener otro?.
Nada de eso importaba. El desafío real era escuchar y recibir escucha. Dejar partir de a poco el sentido de la orientación... ya que hay quienes dicen, es preciso desorientarse para poder así entregarse a la danza, al ritmo, abrir la escucha, y dejarse llevar.
Así me fui dejando enredar por esa madeja de magia, que sólo prometía camino de ida.
En cada vaivén encontraba una apuesta: que mi mente no despierte.
En cada caída, una búsqueda: un cuerpo, un suelo. En cada erguir, un hallazgo: ningún equilibrio será definitivo.
Y en cada desequilibrio: un nuevo vaivén, invitándome así a una danza sin fin.
Cuándo ceder mi peso? y confiar…Cuándo sostener? y que otro peso en mí descanse, o por el contrario se impulse para seguir su propio camino...
Leticia “pioja” Mato
Videodanza con Gustavo Lecce, Lehum Sbarra y Matias Mahmud improvisando musicalmente
https://www.youtube.com/watch?v=7yoj52QoTrw#t=210
Videodanza con Gustavo Lecce, Lehum Sbarra y Matias Mahmud improvisando musicalmente
https://www.youtube.com/watch?v=7yoj52QoTrw#t=210
Que me interessa ahora?
Investigar los espacios entre los cuerpos.
El aire que circunda los movimentos. El entrar y salir.
El aire que circunda los movimentos. El entrar y salir.
La percepción agudizada al espacio.
El soporte sensorial.
Proyección y anclaje de la estructura ósea.
Proyección y anclaje de la estructura ósea.
Aprovechar la oposición de las fuerzas, como propulsora de movimiento.
Sobrevivir al placer. Entregarme sabiendo rescatarme.
El no como oportunidad. El desafío del no saber.
Nenhum comentário:
Postar um comentário